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Crece la economía de la experiencia: eventos se colocan como motor de crecimiento
26 de Noviembre de 2025 |Reuniones
Fotos: Archivo
De acuerdo con la Secretaría de Turismo de México, en 2024, el sector de eventos y reuniones generó una derrama económica de casi 120 millones de pesos; paralelamente, la denominada gig economy o la economía de los empleos temporales, donde se ubican las oportunidades laborales creadas por este sector, pudo generar hasta 8.2% del PIB mundial según la Professional Convention Management Association (PCMA).
Los datos anteriores, dan cuenta de la importancia de los eventos en el dinamismo de la economía no solo local sin nacional además de su aportación a la creación de oportunidades laborales en un sector que reporta cada vez mayor crecimiento.
A decir de David Hidalgo, CEO y cofundador de Tree Alliance y presidente de PCMA capítulo México, “Los eventos están redefiniendo la economía en México, pues más allá de ser centros de capacitación o entretenimiento, impulsan el empleo, la innovación tecnológica, el turismo local o nacional y el relacionamiento entre industrias”.
De acuerdo con Allied Market Research, se espera que la industria continúe creciendo a un ritmo del 6.4% anual a nivel global y esto es particularmente importante para México, pues se trata de uno de los mercados clave para la innovación de la industria en América Latina.
Según David Hidalgo, México está atravesando por un periodo conocido como la economía de las experiencias, donde los consumidores no solo buscan adquirir productos o servicios que cubran sus necesidades, sino que además, desean vivencias memorables y conexiones profundas con las compañías. Este factor ha causado que los eventos, de manera paulatina, se conviertan en una herramienta de desarrollo e investigación debido a su capacidad para generar conocimiento, impacto económico, laboral, social y cultural.
Más allá de estos factores, los eventos crean un efecto multiplicador en las regiones donde se realizan, tales como:
1. Promueven el empleo temporal: La organización de congresos, ferias o eventos activa una amplia cadena de proveedores, desde logística y catering hasta tecnología y comunicación, haciendo que cada evento, dependiendo de su tamaño, genere cientos o miles de empleos directos e indirectos e incentivando la inclusión laboral y el desarrollo de talento local.
2. Incentiva el uso de la infraestructura y servicios: Cada evento impulsa mejoras en la conectividad, el uso de transporte para llegar al recinto y el uso de espacios públicos y privados. Estas inversiones no solo ayudan a los asistentes, sino que benefician a las regiones donde se desarrollan, vitalizando zonas de negocio y fortaleciendo la competitividad.
3. Fortalecen el capital social: Los congresos logran reunir a diversos grupos de interés en el mismo espacio que cooperan, conviven e intercambian conocimientos, ideas y propuestas. Este encuentro entre públicos diferentes incentiva el intercambio social, el propósito compartido y las redes de colaboración.
“La industria de eventos es un potencial motor de desarrollo e innovación. Cada congreso o exposición activa una red de industrias, incentiva el consumo, genera conocimiento e impulsa él talento y la tecnología para el desarrollo de las empresas. Frente a un panorama donde las compañías buscan crecer con propósito, los eventos se han vuelto plataformas para acelerar la transformación y la innovación, además del intercambio de ideas y de la creatividad. En la era de una economía guiada por las experiencias, los eventos ya no se suman al cambio, lo están liderando”, finalizó Pedro López Chaltelt, co fundador de Tree Alliance y CEO de Hit Events Experiential Science.